Por Vanesa Armesto*
Las diferencias entre las cámaras del sector y las agrupaciones de los inquilinos no logran achicarse, mientras tanto siguen pasando los días, haciendo la situación cada vez más difícil.
La comisión legislativa formada para llegar a un acuerdo de modificación ya escuchó a más de 130 representantes de las distintas cámaras del sector y agrupaciones de inquilinos de todo el país.
Cada uno con sus razones y verdades, continúan defendiendo sus posturas. Muchas de ellas totalmente dispares; lo que lleva a pensar que un acuerdo es algo muy lejano.
La resolución se sigue retrasando y, como ya habíamos anticipado, no se cumplen los tiempos estipulados inicialmente y un posible dictamen estará para la segunda mitad de este año.
Mientras tanto, para mayo se espera el aumento más pronunciado para los alquileres, comenzando en un 54,34% y en subida, hasta un 55%.
La inflación en el primer trimestre lleva un acumulado del 16,1%. Las proyecciones para el índice de abril no son alentadoras, y ya se posicionan nuevamente por encima del 5%. Situación que complica cada vez más a los inquilinos al repercutir sobre el índice de ajuste.
Hay más de 30 proyectos presentados, y no se logra unificar criterios, ¿Cuáles son los puntos de inflexión?: el plazo que vuelva a dos años, y el ajuste que sea determinado entre las partes y en forma semestral.
Veamos en números si este ajuste anual medido en parte por la inflación realmente favorece a los inquilinos como se esperaba.
Caso 1: ajuste anual
Partamos de la base de un contrato que se firmó el 1 de julio de 2020, con un valor inicial de $30.000; su ajuste, al 1 de julio de 2021, fue del 41%, pasando a pagar $42.300. La nueva actualización debería ser en julio de este año, pero como aun no tenemos ese índice, simulemos que debe actualizarse en mayo, entonces nos daría un 102%, equivalente a $60.600. Es importante recordar para este ejemplo que aún faltan dos meses para poder determinar ese ajuste, y ya se encuentra por encima del 100%.
Caso 2: ajuste semestral
Ahora veamos cómo será con ajustes semestrales, con la misma situación de un contrato que comienza en julio, iniciado en $30.000, pero con la gran diferencia de que ambas partes saben cuánto van a pagar y recibir. Y ambas partes tienen la opción de decidir si les es conveniente o no, y pueden proyectar de acuerdo a ese ingreso/egreso.
Para este caso, en un contrato de dos años, pensando en un ajuste del 20% semestral, se terminarían pagando $51.840 en el último semestre. Y supongamos, viendo cómo se desarrolla la inflación, con un incremento del 25%, el semestre final estaría en $58.593.
En ambos casos, por debajo de los valores que propone esta Ley. Un dato no menor es que ese 102%, al llegar a julio, momento en que se cumpliría el segundo año de nuestro ejemplo, estará más alto.

*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar