Un ser futurista, ejemplar y comunitario. Próximos al día del padre, queremos homenajear al ingeniero que convirtió su vida en un legado para las futuras generaciones.
*Por Lic. Claudia Armesto
Se acerca el día del padre, y queríamos homenajear a los padres que dejaron un legado en nuestro mercado, pero desde la mirada de los hijos o hijas que siguen sus pasos. La otra premisa fue: “comenzar por los orígenes”, los que abrieron camino a la figura que hoy conocemos como desarrollador urbano, que recién el año pasado se incorporó en el Código de Edificación de CABA.
Treinta años atrás no existía la figura del desarrollador urbano. Las familias que querían comprar un inmueble se acercaban a una empresa constructora. En la década de los ´90, el protagonismo lo tenían las inmobiliarias y en estos últimos 20 años fue adquiriendo mucha relevancia el concepto de desarrollador urbano.
Un día como hoy, 15 de junio de 1926, nacía Moisés Altman, que cumple sus 94 años de vida, nos transmite Liliana Altman, arquitecta e hija, que trabaja a la par en Altman Construcciones, una compañía de capitales nacionales con una trayectoria de 74 años en el mercado de real estate y construcción en Argentina.
Una alegría enorme celebrar su vida y obra en la comunidad de real estate.
Su trayectoria
En 1948, el ingeniero Moisés Altman creó su empresa, dedicándose primero a la dirección de obra para terceros. Luego, armando sociedades de inversión para construir edificios de viviendas, y hace más de cuarenta años actúa sin ningún tipo de inversores ni socios; conformó una empresa familiar con un legado único para los que conocemos a la familia. Se lo podía ver en el año 2008, en la mesa de directorio analizando la situación del país y presentando proyectos para el acceso a la vivienda. Un profesional comprometido e intachable en su labor de construcción de nuestro país y miembro activo, en ese entonces, de la Asociación Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Inmobiliarios (AEV).
El ingeniero participó de todas las etapas del proceso inmobiliario de construcción de su empresa; dedicándose al desarrollo de bienes raíces de alta gama, específicamente edificios residenciales, y en el 2012 construyó su primer edificio de oficinas triple AAA, consiguiendo la más alta certificación L.E.E.D.


La compañía construyó más de 58 edificios en Buenos Aires. Se caracteriza por su seriedad, compromiso con la comunidad, vanguardismo y visión. Sus obras trazan un recorrido por su filosofía y expresan su mística como empresa brindando los mejores estándares de calidad constructiva. Han dirigido la construcción del nuevo edificio de la A.M.I.A., como también la reforma del edificio del Museo del Holocausto.
Con una filosofía basada en la búsqueda de la excelencia en calidad, el cuidado y seguimiento personalizado de sus clientes, su misión es el trabajo y la mejora continua para alcanzar la solvencia, sobriedad y eficacia en el diseño y construcción de nuevos proyectos, aportando siempre valores diferenciales desde los detalles y procesos. Entre los que han marcado una identidad propia de Altman Construcciones, se encuentran la implementación de aislaciones contra humedad, aislaciones contra los factores climáticos y acústicos, como también las disposiciones de confort interior.
El legado para las futuras generaciones
Su principal legado es el edificio corporativo Altman Eco Office, único, primero y marcador de tendencia mundial, cuenta con la Certificación Core and Shell L.E.E.D. Platinum (2009) en Argentina. El edificio es un ícono de la innovación por la calidad de vida que brinda, humanizando el espacio de trabajo, y por ser asimismo un caso único en Argentina, el primero que comenzó a edificarse en Latinoamérica, y el puesto 5to. a nivel mundial.



Dice el refrán “Padre diestro, el mejor maestro”. Lo que un padre hace bien, se lo enseña a su hija mejor que nadie. Por eso, nos contactamos con Liliana para que nos cuente cómo es Moisés, qué aprendió de su padre, y cuál es el legado que ella sigue.
“¿Qué aprendí de mi padre? Sobre todo, el valor de la palabra. La palabra vale más que cualquier cosa escrita o firmada para él, siempre fue así. Su honestidad, su rectitud, su empuje y su audacia a tomar riesgos. Para mí fue un ejemplo a seguir y le agradezco la oportunidad de permitirme aprender todo lo que aprendí a su lado. Sobre todo su responsabilidad y siempre su garantía frente a todos sus compradores”, nos comparte, emocionada, Liliana.
Le preguntamos sobre una anécdota o recuerdo preciado para ella, que la haya marcado, y nos comenta “recuerdo que una vez un administrador nos solicitó que le pagáramos un gasto que tenía recurrente, que siempre se quemaban los ladrillos refractarios de una caldera. Entonces mi papá investigó y se dio cuenta que la caldera era una caldera corta y por eso se quemaban los ladrillos, el quemador era muy largo para esa caldera. Entonces él en vez de pagar solamente lo que el administrador le pedía, le cambió la caldera entera, que en ese entonces era muchísimo dinero. Pero a él, no le importó el gasto. Para él lo más importante era que la gente esté contenta. Él sabía que podía salir del tema pagando solamente los ladrillos refractarios, pero no quería salir del problema sino dar una solución realmente duradera, así que cambió la caldera.”
¿Cómo es? ¿Cómo lo describirías? “Podría hablar mucho tiempo de mi padre porque la verdad que lo admiro profundamente. Él es fuerte, es sensible, confía mucho en la justicia, es muy honesto, muy recto. Es incapaz de una mentira, es audaz, es perseverante. La verdad, es un ejemplo de vida”, nos contó emocionada.
[Cuando escuchaba las respuestas de Liliana, conecté directamente con mi propia experiencia de conocerlo en persona, de trabajar juntos en la comunicación de su último edificio de oficinas y en la AEV, y me emocioné porque es así, un ser futurista, visionario, comunitario, con un gran corazón y compromiso por la humanidad y la construcción del país.]
Su vocación puesta en los proyectos comunitarios y en su [ser ingeniero]
Moisés, desde sus inicios como ingeniero, tuvo su sello en la excelencia, es así como se recibió en tan solo 4 años, contando que en el medio de la carrera cumplió su deber cívico del servicio militar, sino hubiera sido antes. Pero a eso, le sumamos que se recibió con diploma de honor de la Universidad de Buenos Aires, por su grado de compromiso a nivel profesional.
Fue premiado con el FIABCI 2009 por su trayectoria profesional, mientras que en el año 2012 Altman Eco Office recibió el premio FIABCI al mejor edificio corporativo. Obtuvo el Premio LG en el 2012 y el Premio de la empresa Planetario-Milenium también en el mismo año.
Su compromiso por lo social y su comunidad, lo llevó a colaborar como profesional ad honorem en el edificio nuevo de la AMIA que está en la calle Pasteur, del cual fue el presidente de la comisión de profesionales que lo proyectó y lo construyó. También participó del country del Club Náutico Hacoaj, del edificio Jai de 24 pisos del Club Náutico Hacoaj, del cual hizo todo el desarrollo hasta que se contrató a la empresa que hizo el proyecto definitivo.
Además, entre sus colaboraciones, hizo una ampliación en el cementerio de Tablada, la supervisión de la reforma del edificio del Museo del Holocausto y estuvo a cargo por la Iwo y la AMIA de contribuir con el edificio de cultura de la comunidad judío-argentina.


Su defensa por un ecosistema urbano sustentable
A principios de 2011, la desarrolladora comenzó a construir el edificio Altman Eco Office con la convicción y la conciencia en un edificio que “ahorre energía”, que no dañe el medioambiente y que sea saludable para quienes lo habitan a diario.
Este edificio recibió la certificación L.E.E.D. Platinum y el reconocimiento internacional, siendo el primero en construirse bajo la versión 2009 en Latinoamérica y el quinto a nivel mundial -en el año en que se inició su construcción-. Durante el proceso de certificación, esta obra alcanzó una totalidad de 87 puntos, mientras que el organismo exigía un mínimo de 80, convirtiéndose en el único edificio de oficinas en Argentina certificado en esta categoría.
En el edificio, se destacan las terrazas verdes con vegetación autóctona que no precisa riego, un sistema de abastecimiento de agua basado en la reutilización de las aguas grises del edificio, recogiendo también el agua de lluvia y que permite ahorrar el 50% del consumo de este recurso. Además, se abocaron a que la pureza del aire interior fuera excelente, por lo cual implementaron el sistema VRV Heat Recovery con filtros especiales. Utilizaron paneles solares, tecnologías de iluminación LED que permiten el ahorro de hasta un 28% del consumo de energía eléctrica y cuya contaminación es nula ya que no emiten gases CO2; vidrios especiales con cámara de aire y con filtro UV que permiten mayor conservación de la energía calórica en los ambientes y potencian el aprovechamiento de la luz natural en todos los espacios; como también el reciclado de desechos desde el inicio de la obra y en la operación del edificio.
Entre tantas charlas compartidas hace 10 años atrás, recuerdo su defensa por los proyectos que garantizaban el ahorro energético y la salud de las personas, siempre velando por una comunidad responsable de los consumos que realizamos, y pensando sobre la mejora de las ciudades y la calidad de vida de todos los que las habitamos.
Moisés, un ser extraordinario, como bien dijo su hija, no hay palabras que puedan expresar la profunda admiración por la historia de vida, profesionalidad y tenacidad. Como también su compromiso por el desarrollo y crecimiento profesional del mercado de real estate y construcción del país. Junto a él, les deseo a todos los padres del mercado que tengan un feliz día.

Lic. Claudia Armesto*: Licenciada en Comunicación Social orientada a Procesos educativos y comunicación. Investigadora Social UBA. Creadora del concepto “Organizaciones 5D”. Especializada en Transformación digital y cultural, Sustentabilidad, Innovación y Real Estate. Founder de @empatiacomunidad l Co-Founder de @realestatedataweb https://linktr.ee/ClaudiaArmesto