La globalidad genera nuevas oportunidades de negocios, la desarrolladora inmobiliaria Aeísa apuesta a los inversores argentinos.
En medio de la pandemia, los pequeños y medianos inversores de la región comenzaron a mirar de arriba hacia abajo en el mapa de América latina buscando oportunidades. Y los países cuyas monedas están más ligadas al dólar, pero que están fuera del mapa tradicional del inversor argentino, comenzaron a despertar interés con proyectos que ofrecen oportunidades con bajo capital de ingreso, rentas eficientes, seguridad jurídica y baja carga impositiva.
Es el caso de Costa Rica, el país centroamericano que en los últimos tiempos se consolidó como uno de los destinos más elegidos para residir y hacer negocios por parte de los ciudadanos latinoamericanos y de todo el mundo.
Los desarrolladores inmobiliarios de ese país se lanzaron al mercado argentino con propuestas atractivas por su accesibilidad y la renta que devuelven.
“Somos uno de los secretos mejor guardados de la región para hacer negocios, pero ya es hora de que nuestros atributos como una de las plazas más rentables y sustentables para el desarrollo económico de la américa de habla hispana sean reconocidas por los hombres y mujeres de negocios de la región”, sostiene desde San José el empresario Juan Sebastián Marín Mejía, director general de la desarrolladora inmobiliaria Aeísa, una de las más grandes y tradicionales del país.
La compañía ofrece al inversor argentino un negocio llave en mano, con gestión total de la inversión, que le devuelve una renta bruta del 7,5% en dólares, con un alquiler garantizado por los primeros dos años, y con una inversión promedio de 140.000 dólares en una propiedad de estándares premium.
Los atributos que hacen de la esa inversión algo atractivo son múltiples: esencialmente, una economía con una moneda, el Colón, ligada al dólar; instituciones democráticas consolidadas; un sistema financiero eficiente y transparente; la ausencia de conflictos sociales, bélicos y climáticos; recursos naturales, paisajes paradisíacos y la afluencia del turismo mundial.
De allí, que el mercado del ladrillo viva su pequeño boom. “Es un país lleno de oportunidades para el inversor: desde el real estate a los servicios vinculados a la construcción, Costa Rica ofrece negocios de escalas muy rentables, con marcos seguros y previsibles, y de bajo capital de acceso”, explica el especialista en real estate Sebastián Colonna, un hombre de negocios argentino que vive y trabaja en San José desde 2002.
Los desarrollos que ofrece Aeísa para el negocio argentino son dos: Nest y Nota Escalante. Nest, es un complejo situado en una de las zonas más residenciales y consolidadas de San José, y es un proyecto ya terminado. La inversión para un apartamento tipo A de 65 M2 es de 160.000 dólares. La rentabilidad es inmediata: la compañía le alquila en el acto al inversor la propiedad con un contrato por dos años con una renta cercana a 850 dólares mensuales y se encarga de gestionar desde la apertura de las cuentas bancarias y la facilitación de las soluciones legales y contables de la inversión.
Nota Escalante es un proyecto de pozo, avanzado ya en su construcción, con montos de inversión más bajos: los tickets arrancan en $110.000 para un departamento de 32 m2 (estudio), $150,000.00 en apto de 60 m2 (1 dormitorio) y $180,000.00 en apto de 72 m2 (2 dormitorios).