La crisis económica que viene sufriendo el país en los últimos años, agravada por la pandemia de COVID-19, creó también condiciones favorables a la inversión inmobiliaria. ¿Por qué estamos en un momento ideal para invertir? Lo cuenta un experto.
La crisis económica actual del país, atravesada por la dura pandemia de COVID-19, ha impactado de lleno en el mercado inmobiliario local. A pesar de que los números del sector son los peores de toda su historia, muchos expertos coinciden en que el real estate nacional es uno de los sectores que mejor preparado está para afrontar el escenario de nueva normalidad.
Para Leonardo Rodriguez Nader, CEO de la desarrolladora inmobiliaria CMNV –Comunidad de Inversión, el presente del país ha generado condiciones que favorecen la inversión inmobiliaria. El empresario sintetiza su postura en base a cinco argumentos.
En primer lugar, el desarrollador señala que en Argentina el mercado residencial tiene una fuerte demanda insatisfecha. No habla de demanda contenida, como se ha señalado, sino propiamente de una necesidad de mayor cantidad de inmuebles residenciales para la población: “esto es público y nosotros lo estudiamos desde hace muchos años: en Argentina faltan entre 3 y 4 millones de soluciones habitacionales para toda la población”, apunta.
“El estado solo no puede resolver esta problemática. En toda la Argentina, en el mejor año de los últimos 20 se construyeron, entre público y privado, un máximo de 100 mil viviendas. Si queremos resolver este problema en 10 años tendríamos que quintuplicar la producción. Eso requiere de variables macro estables, un plan estratégico por parte del estado con el sector privado como protagonista’’ sentencia Rodríguez Nader.
A esta falta de viviendas se suma, según la visión de Rodríguez Nader, un segundo factor que haría de éste el momento ideal para invertir: el costo de construcción. “La verdad es que en pesos el costo siguió subiendo, aunque bajó en dólares. Pero aquí hay una especie de trampa. Nosotros no vivimos en dólares y lo cierto es que en este último ciclo de 6 u 8 meses el costo en pesos está estancado por la falta de paritarias. Por lo tanto, el costo de construcción está en su valor mínimo histórico”, señala.
El tercer factor a tener en cuenta es que las incidencias de terrenos en la Ciudad de Buenos Aires también han ido a la baja, y deberían hacerlo aún más, lo que ha permitido que los proyectos a la venta tengan también valores de incidencia muy lógicos para estar dentro de la ciudad. “Buenos Aires siempre estuvo liderando el ranking de las ciudades más caras de la región, mientras que hoy se sabe que está en el cuarto o quinto puesto. Por eso conviene invertir en CABA, porque tiene un valor inédito para ser una de las capitales de Sudamérica más importantes”, agrega.
Para el experimentado empresario, un cuarto punto a considerar es el impacto de los nuevos códigos urbanísticos y de edificación en las obras de la ciudad de Buenos Aires. “En los últimos dos años la oferta se contrajo mucho porque con el código nuevo no hay prácticamente ningún proyecto de escala grande aprobado. Hace dos años que se viene haciendo lo que estaba aprobado hace 3, 4 o 5 años, con lo cual existe una retracción de la oferta, aunque pareciera que se están haciendo muchas obras. Hoy los productos que están activos y que están funcionando de acá a mediano plazo van a tener un valor diferencial porque no habrá nada nuevo hasta dentro de un tiempo y, por lo tanto, los valores de los que están saliendo ahora crecerán más rápido”.
Por último, el CEO señala que otro gran incentivo a la hora de invertir en inmuebles es la comercialización en pesos, algo que desde su empresa siempre se ha tomado como un agregado de valor para los clientes. “Nosotros siempre comercializamos en pesos, vamos actualizando los valores por la inflación y siempre estamos validando costos y precios con un modelo propio. De esta manera mantenemos un valor que nos permite protegernos contra el costo real y ser competitivos con los precios al público. Además, entendemos que hay momentos en que la rentabilidad no puede ser tan alta. Por otra parte, implementamos un sistema en el que flexibilizamos posiciones entendiendo, también, que es una manera de contribuir a un momento en donde todos tenemos que poner un poco más de cada lado”.
Actualmente CMNV se encuentra desarrollando UNO Balvanera, un proyecto de usos mixtos que ofrecerá 119 unidades -distribuidas en 9 plantas –de 1, 2 y 3 ambientes, de entre 28m2 y 100m2, todas aptas para vivienda y estudios profesionales. El complejo contará con un zócalo comercial de servicios exclusivos con más de 355m2, 67 cocheras en el primer y segundo subsuelo.
Y en etapa de construcción ASTILLERO – Catalinas Sur, un proyecto de usos mixtos que ofrecerá 169 unidades de 1, 2 y 3 ambientes, de entre 27m2 y 110m2, todas aptas para vivienda y estudios profesionales. El complejo contará con un zócalo comercial de servicios exclusivos y 150 cocheras en el primer, segundo y tercer subsuelo.