Los arquitectos y desarrolladores cada vez más analizan las nuevas tecnologías que brinden seguridad y que sean eficientes para reducir los costos de las expensas.
*Por Valentina Larrea
El mercado de real estate está en profunda transformación, las nuevas tecnologías irrumpieron en los proyectos de manera positiva, y generaron una nueva demanda que es brindar bienestar a través de satisfacer las necesidades de seguridad y confort.
El nuevo sistema de seguridad, “El Ojo del Halcón”, ideado por Prosegur, jerarquiza los emprendimientos inmobiliarios y brinda un valor agregado a la hora de pensar en un edificio inteligente y seguro.
La inseguridad es una de las problemáticas centrales del país. Por este motivo, atentos a la coyuntura actual, Prosegur diseñó un nuevo dispositivo tecnológico con el objetivo de resolver las “entraderas” y los robos en los edificios de viviendas y oficinas. “El Ojo del Halcón” es un sistema de seguridad capaz de reducir costos al servicio de la calidad de vida en los hogares. Se compone de un tótem ubicado en el acceso principal del edificio que permite la comunicación de los residentes con un vigilador que se encuentra monitoreando constantemente la propiedad desde el Centro de Control de Prosegur.
Sin dudas, este servicio de seguridad inauguró un nuevo paradigma en la vivienda, la cual se encuentra vigilada a través de cámaras estratégicamente ubicadas en diferentes zonas y accesos del edificio. Entrevistamos a Sebastián Slelatt, director global SMB de Prosegur Alarms, sobre los resultados del servicio de esta nueva tecnología, “El Ojo del Halcón no solo alertó en casos de inseguridad, sino que también resultó efectivo ante emergencias médicas e incendios. Hasta el momento, con más de mil servicios instalados en todo el país, podemos decir que los casos de intrusión se redujeron en un 100%. Además, fue útil para minimizar el vandalismo, las pintadas y robos de matafuegos o luces de emergencia”.
La novedad radica también en lo que respecta a los vigiladores, quienes no sólo interactúan y permanecen visibles las 24 horas del días los 365 días del año, sino que, al no estar de forma presencial, están protegidos de cualquier ataque físico o acontecimiento que pueda ocurrir en el perímetro monitoreado. De esta manera, ante cualquier posible incidencia, se activa una potente sirena y luces estroboscópicas, se disuade al sospechoso y se da aviso a los vecinos. Desde el Centro de Control de Prosegur, se activa un operativo de respuesta que envía a las Fuerzas de seguridad y avisa a los referentes del lugar.
“El servicio también reduce el costo de las expensas porque es considerablemente más bajo que contar con el clásico vigilador; y, por otra parte, jerarquiza el nivel del edificio dotándolo de mayor valor a la hora de comercializarlo. Se implementa muy rápido y fácil, y no tiene costo de instalación”, concluyó Slelatt.
Valentina Larrea*: periodista, redactora y auxiliar de prensa en Empatía Comunidad, agencia de comunicación.