Por Vanesa Armesto*
Para meternos en el mundo de la firma digital y su uso en las operaciones inmobiliarias, lo primero que debemos saber es: qué es exactamente y cuál es la diferencia con la firma electrónica.
La firma electrónica es la que vemos con más frecuencia, la mayoría de los usuarios la han utilizado, y que podría compararse con una firma manuscrita no certificada, ya que es endeble en cuanto a la seguridad, y carece de acreditación de la persona que firma. No es verificable.
En cambio la firma digital, sigue ciertos protocolos de seguridad que iguala a los documentos firmados en forma manuscrita. La ley 25506, creada en 2001, les da valor legal a todos los documentos con inserción de firma digital, dándole presunción de autoría, e invirtiendo la carga de la prueba, quien diga que es falsa debe probarlo, poniéndola de esta forma en un rango superior en cuanto los documentos con firma manuscrita no certificadas.
Para ser firma digital tiene que reunir 3 requisitos indefectiblemente:
- Solicitarse a una autoridad de registro certificante, la oficina de Modernización de la Nación o el Onti, autorizados por el ente licenciante, que es la autoridad superior la misma que rige para todo el país, que depende del poder ejecutivo.
- Se solicita en forma personal, e individualizara debidamente a esta persona vinculando todos sus datos y le generara l firma digital, otorgándole un token con certificados o en forma remota en la nube, dependiendo de cual requiera.
- Tiene que ser verificable, es decir se tiene que poder validar.
Teniendo en cuenta todos estos puntos, la firma digital le da un carácter más seguro que los documentos en papel, ya que los documentos electrónicos con firma digital, una vez insertada no se pueden modificar, ni adulterar, de hacerse esto quedaría en evidencia, ya que delata cualquier movimiento luego de que se firmó, a diferencia del papel que, de quedar un espacio en blanco entre la última línea y la firma, podría hacerse.
Otro detalle es que ese documento mientras mantenga su condición de digital, es decir no se pase a papel, son originales, todos los archivos que se envíen, es decir puede haber varios originales de un mismo documento, cuando se imprime pasa a ser una simple copia.
La firma digital, tomo fuerza con la pandemia, ya que agiliza muchos trámites que se verían demorados o frustrados.
En el ámbito inmobiliario su uso es viable para cualquier tipo de contrato ya sea locativo o de compra venta, menos escrituras, siempre y cuando todas las partes intervinientes cuenten con firma digital, algo que no es lo usual en el común de la gente. Y, por otro lado, ahora sería imposible gestionarla ya que se solicita en forma presencial.
Sin lugar a dudas es algo que con el correr del tiempo y gane confianza se va implementar y mucho, suma, da seguridad, es legal, y agiliza, une distancias ya que se puede firmar estando en distintos lugares geográficos.
¿Qué le falta a la firma digital? Fecha cierta, ya que el documento toma la fecha del servidor en que se abre.
La recomendación la hora de implementar este sistema de firma, ya sea para contratos o boletos, es que esta firma digital se certifique ante escribano ya que de esta forma el documento contará con el valor agregado de la fecha, y capacidad de voluntad discernimiento de los firmantes.
Sin dudas, la tecnología avanza y el mercado inmobiliario debe acompañar este crecimiento , pero su implementación en estas cuestiones, no va ser tan sencilla ya que va a tener que librar una dura batalla para poder posicionarse dentro de una sociedad, que lleva muy arraigada la cultura de guardar papeles y archivar como trofeo el contrato, o boleto firmado en forma física, y ver el garabato de la firma al final de nuestros tramites que nos da seguridad, y le brida importancia al acto y en cambio la firma digital no podemos verla, ya que no es una representación gráfica ni una firma escaneada. Pero, si logramos entender las virtudes que tiene vamos a encontrar una gran herramienta y mucho más segura que el papel.

*Vanesa Armesto: Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario.