La vivienda genera parte de su propia electricidad a través de una sombrilla fotovoltaica y recupera aguas de lluvia.
Desde comienzos del nuevo milenio se nos plantea la necesidad de encontrar nuevas formas de construir.
Y el desafío agudizó el ingenio, que hizo que hoy podamos hacer, a través de la robótica, casas que antes eran inimaginables.
El cuidado del medioambiente nos pone además ante la certeza de que en un tiempo muy cercano los ladrillos (tanto de barro cocido, como cerámicos) no se van a poder fabricar más, porque la capa de humus de tierra no se va a poder extraer.
Las cavas en las montañas para sacar arcilla o cemento a cielo abierto también pasarán a ser cosa del pasado.
Las alternativas más cercanas pasaron a ser los sistemas que toman los elementos hechos en serie y definen un sistema constructivo de igual calidad, llamado Steel Framing, que para una casa de 55 metros cuadrados de dos dormitorios más cochera tendría un costo de alrededor de $1.250.000 (cantidad que, al medir la calidad de la construcción, entendemos muy atinada y atractiva).Ahora bien, a pesar de que los criterios de análisis de calidad de las construcciones con este sistema están mejorando, existe en nuestra sociedad una suerte de ADN que viene de muchos años atrás, que hace que sean miradas con cierto recelo.
En Europa y Estados Unidos ya casi todo se construye de esta manera, con excepcionales resultados y costos más bajos.
Los tiempos de construcción se acortan y los elementos constructivos industriales de serie pasan a ser “el alma” de estos sistemas, haciendo que el desperdicio y la previsión de materiales a utilizar sean exactos (y eso es uno de los aspectos centrales para que el costo de la obra sea ostensiblemente menor).
Ya es “un sistema tradicional”
En base a todo ello, hemos profundizado: inicialmente, recordaremos que luego de años de trabajo y esfuerzo, el sistema Steel Framing ha sido declarado por la Secretaría de Vivienda y Hábitat dependiente del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación como un sistema constructivo “tradicional”, a través de la Resolución 5-E del 30/01/2018 y anexos, publicados en el Boletín Oficial.
A partir de esta nueva condición, ya no será necesario el requerimiento del Certificado de Aptitud Técnica (CAT) para la presentación de proyectos, tanto para obra pública como privada, en municipios, barrios cerrados, bancos, Institutos Provinciales de Vivienda, y demás organismos que hasta ahora lo solicitaban para aprobar obras.
En segundo lugar, señalaremos que a partir de ello las Net House ya se encuentran homologadas también ante el mencionado organismo nacional y el provincial correspondientes.
FUENTE: El Diario Córdoba