Por Lola Paz Lozano*
No es una religión ni un diseño específico, se trata de un antiguo sistema filosófico chino basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr una influencia positiva sobre aquellas personas que lo ocupan.
El Feng Shui se traduce como “viento y agua” y es una filosofía basada en encontrar el equilibrio aportando energías positivas a los lugares y espacios que habitamos. Para esta técnica existen cinco elementos vitales y necesarios: agua, madera, metal, fuego y tierra.
Probablemente se pregunten cómo incorporar estos elementos al diseño de los espacios, quizá no sea sencillo pero tampoco es imposible comenzar a incorporar, dentro de los espacios, objetos y/o manifestaciones energéticas que contengan esta filosofía.
Empecemos hablando del fuego, uno de los elementos más poderosos que aporta la naturaleza y tiene que ver principalmente con la energía vital y comunicativa que representa. Se puede incorporar a través de luces o lámparas -lo ideal es que sean de luz natural- u otra posibilidad son las velas.

El metal, de acuerdo con el Feng Shui, representa la fuerza otoñal, es un elemento fijo y su energía ayuda a la firmeza, concentración y tenacidad. Lo podés integrar en metales como oro, cobre, plata o hierro, que se hacen presentes en objetos como marcos, portarretratos o adornos.
Por otro lado, se encuentra el agua: este elemento genera en la energía un movimiento, fluidez y desarrollo. Al ser mutable debe estar medido, ya que demasiada agua dentro del hogar puede generar cierta inestabilidad. La manera de incorporarla se encuentra en objetos redondeados, amorfos y ondulados, también en superficies reflejantes o brillantes, por ejemplo, en espejos o cristales. TIP: si tenés uno o varios espejos en los espacios a decorar, procurá que sean de forma ovalada.
Por otro lado, está la tierra, que es la energía principal de la estabilidad, ya que representa el origen de la vida. ¿Cómo la incorporamos? Principalmente en plantas, que son una buena manera de introducir vitalidad, calma y responsabilidad – TIP: siempre optar porque sean naturales y no artificiales. También se puede integrar este elemento y su energía a través de los colores en tonos ocre y tierra.




Y por último, se encuentra la madera y la energía que transmite con el calor y el florecimiento. Podés pensar -y aplicarlo- en árboles, estructuras o pisos de este material, también en la energía que transmiten los colores; en el caso de la madera lo son el verde y el azul.
El Feng Shui busca el equilibrio entre el mundo natural y el espacio vital; si bien esta filosofía se puede aplicar en diversos aspectos, uno en donde más se utiliza es en el interiorismo y la decoración del espacio u hogar.
Asimismo, lo que pretende esta filosofía es repartir una energía positiva a través de la correcta distribución y orientación de los espacios, logrando no sólo conseguir una armonía estética sino también el bienestar de las personas que habitan o frecuentan ese espacio.




Es por ello que la base del Feng Shui está en el equilibrio de los cinco elementos naturales mencionados anteriormente, los cuales se pueden incorporar en el hogar a través de objetos e incluso colores. Si bien cada uno tiene un significado principal y determinada función, se pueden introducir un poco más unos que otros, pero todos tienen que estar presentes. TIP: tratar de no mezclar ninguno de los cinco elementos en un mismo espacio, cada uno tiene su propia energía.
El Feng Shui es un arte y una filosofía que nos proporcionará un mayor bienestar desde todos los aspectos, ya sea de salud, de orden en nuestras vidas, o incluso desde el aspecto mental. Por lo tanto, si buscas un cambio en el bienestar de tu hogar, esta es una buena y sencilla manera de comenzar a aplicarlo.
*Lola Paz Lozano periodista, redactora, auxiliar de contenidos en Empatía Comunidad.