Por Vanesa Armesto*
Argentina campeón del mundo. Por un mes, grieta, inflación, dólar, FMI, perdieron protagonismo en las charlas de los argentinos.
Ser campeones del mundo, tiene sus beneficios. En términos económicos generales, el campeón mundial de fútbol “tiende a gozar de 0,25 puntos porcentuales adicionales de crecimiento económico en los dos trimestres posteriores al torneo”, según un estudio de la Universidad de Surrey por el impacto en exportaciones. También remarcaron que ante la existencia de problemas económicos preexistentes puede limitar los beneficios que vienen con la victoria en Copa Mundial de la FIFA.
En lo que respecta a Argentina, con la economía estancada que estamos enfrentando, seguramente nos vamos a convertir en el ejemplo de fracaso de esta tendencia.
Pero al margen de estas cuestiones, hoy me permito dejar de lado los tecnicismos y reflejar lo que para mí deja el paso del mundial en nuestro país.
Emoción, orgullo, felicidad, y podría citar miles de sentimientos más que nos dejó el paso de la copa del mundo de Qatar 2022. Me animaría a decir que casi por unanimidad los millones de argentinos pusimos en este mundial, algo más de lo habitual, ante este tipo de eventos.
Este fue un mundial diferente, una necesidad de conectar con el otro, de sentir más el ‘’nosotros’’, que nos llevó a dejar de lado las grietas que lamentablemente atraviesan a nuestra sociedad.
Todos los corazones latían, y sentían de la misma forma. Angustiados por momentos ante un resultado desfavorable, y desbordados de alegría y entusiasmo ante cada paso dado.
Por un mes todos dejamos de lado las diferencias y lo único que se escuchaban eran palabras de aliento a nuestra selección. Lo que vivimos es un ideal de país, todos tirando para el mismo lado.
Déjenme disfrutar de esta sensación que nos dejó esta copa del mundo, esa unión, esas ganas de crecer, de avanzar, de saber que juntos se puede. Cuanto que nos deja, más allá de un título.
Si nos detenemos a observar en profundidad, aún con la importancia que tiene la copa, pasa a ser insignificante, en comparación con lo que nos generó como sociedad.
Siento nostalgia de saber que con el correr de los días este espíritu se va ir desvaneciendo, cobrando fuerzas nuevamente las diferencias que nos dividen y no nos permiten crecer como país.
Los problemas, siguen y van a seguir, pero cuanto más fácil seria todo, si actuáramos como este mes. Si en lugar de no apoyar, o al menos no boicoteáramos una idea que puede beneficiar a muchos, por el simpe motivo de que fue pensada por el que esta de la vereda de enfrente.
Cuanto más simple si empezáramos a pensar más en ‘’nosotros’’, apostando por el bien común.
Lo que ocurrió con nuestra selección, es aplicable a todos los factores de la vida. Quiero soñar un poco más con este país, tan maravilloso que hoy sonríe sin parar.
Gracias selección por hacer este paréntesis en nuestros días, y enseñarnos que unidos y sin grietas podemos mucho más.
¡VAMOS ARGENTINA!

*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar