Por Vanesa Armesto*
Ayudados por la drástica caída del turismo, ante el contexto de pandemia y su repercusión en la escasa demanda de alquileres de la plataforma Airbnb, los precios de los alquileres bajaron, volviéndose más accesibles para sus habitantes.
La pandemia logró, en pocos meses, desinflar la burbuja inmobiliaria alimentada por Airbnb. La plataforma de alquileres entre particulares absorbía miles de viviendas en los barrios más turísticos, disparando el mercado inmobiliario y obligando a los habitantes de las ciudades a mudarse a zonas periféricas menos costosas.
Con la extensión del confinamiento y la incertidumbre sobre los viajes, muchos propietarios dieron de baja a sus inmuebles del sitio para alquilar su departamento por el año, incluso muchos se volcaron a la venta. En Praga, los alquileres de Airbnb se redujeron a la mitad y el precio de los alquileres cayó un 8%. En Lisboa, el alcalde anunció en mayo pasado que alquilará cientos de viviendas turísticas vacías para reubicar a parte de la población que tuvo que huír por el aumento de los alquileres en el centro de la capital portuguesa.
En tanto en París, según la plataforma de clasificados de alquileres y venta de viviendas Seloger, se observa un boom de +185% de ofertas de departamentos amueblados, seguramente debido al colapso del turismo. Este aumento de oferta causó una notoria caída de los precios de la vivienda en la capital francesa.
¿La caída de las reservas de Airbnb será suficiente para aliviar el mercado inmobiliario?
Sin dudas es el factor principal. En las primeras cincuenta ciudades europeas el número de viviendas disponibles en Airbnb cayó más de un 20%. Por ejemplo, Venecia pre-pandemia recibía 20 millones de turistas al año; la crisis del coronavirus logró una baja del 70% de inmuebles en la plataforma comparándolo con el 2020.
Ante este contexto, decenas de miles de habitantes que dejaron la ciudad por la inflación de los alquileres podrían volver, si el fenómeno de la tendencia se confirma.
Hoy, en las principales ciudades europeas, se dice que se está viviendo la revancha de los alcaldes que intentaron controlar el fenómeno Airbnb.
Desde hace un año, las plataformas están obligadas a compartir sus datos con la Comisión de Bruselas. Próximamente se conocerán las cifras de alquileres y apartamentos disponibles del año pasado.
Una veintena de alcaldes europeos piden ahora a la Comisión que se les incluya en el intercambio de estos datos, lo que les permitiría controlar mejor la oferta de viviendas disponibles. En Venecia, los habitantes quieren que los departamentos vacíos sean expropiados por la ciudad para reubicar a la población local.

*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar