Por Vanesa Armesto*
Con una alta inflación, que continúa en aumento, cotización del blue en $260, y el cambio de ministro de economía, ¿cuál es el futuro del mercado para el segundo semestre del año?
Cuando se comenzaban a vislumbrar algunos signos de un incipiente andar del mercado, un nuevo golpe genera otro estado de alerta y un nuevo obstáculo.
Recientemente se publicaron los datos de la cantidad de escrituras realizadas durante el mes de mayo, que mostraban, aunque a paso lento, un crecimiento. Este crecimiento en el nivel de operaciones está fundado principalmente en el atractivo que produce la baja en los valores de las propiedades y la variedad de oferta actual.
Pero las noticias de los últimos días frenan todas las expectativas. Una nueva ola de incertidumbre irrumpe en el mercado, alejando a los posibles compradores.
Un ministro, a cargo de uno de los ministerios más importantes, renuncia en medio de una situación crítica que atraviesa el país en el ámbito económico. Casi podría decirse que por más de 24 horas se paralizó el país entero atento a las noticias económicas, esperando saber cuál será el nuevo rumbo.
El sector inmobiliario, como es de suponer, se hizo eco de esta incertidumbre que generan los vaivenes económicos y muchas operaciones se vieron postergadas.
Momentos que agregan una mayor incertidumbre a un mercado que viene librando la batalla más dura, y que, para avanzar, necesita estabilidad.
¿Qué pasará en el segundo semestre?
La segunda etapa del año comenzó de la peor manera para el sector. Los cambios en el ministerio de economía y la falta de un plan a seguir presentan un futuro incierto.
El deseo de emprender el camino de la recuperación, se aleja. Difícil proyectar con una inflación inmanejable, un dólar paralelo que alcanza un nuevo récord, comenzando la semana con una cotización que cerró en $260, cepos y las discrepancias dentro del gobierno.
Estos factores frenan las decisiones en todos los ámbitos, en mayor medida, por el volumen de dinero que involucran en las operaciones de compra-venta, aunque también interfieren en la definición de los contratos de alquiler.
Por un lado, comienzan las especulaciones de los compradores, que están cerrando una operación y ante la suba del dólar, al contar con los codiciados billetes, pretenden re-negociar y obtener una baja más pronunciada de los valores.
Por otro lado, las dudas y miedos, producto de los vaivenes económicos del país, llevan a replantearse las decisiones, y como primera reacción se frenan las operaciones, poniendo nuevamente en pausa al mercado.
En cuanto a los alquileres, el escenario es cada vez más complicado. En los nuevos contratos, sin una resolución en los cambios de la Ley, la suba del dólar, que va a generar mayor inflación, y la incertidumbre que provoca en los propietarios el impacto del cambio de ministro de economía, apunta a que los alquileres continúen con la tendencia alcista y con una oferta cada vez más acotada.
En cuanto a los contratos vigentes, los inquilinos se van a ver más perjudicados por el índice de ajuste ante el aumento esperado de la inflación como efecto del complejo escenario económico.
El panorama para el segundo semestre del año se presenta incierto. El valor del dólar blue es el menos grave de todos los males. Se sabía que su valor estaba contenido, y el mercado se acomoda a sus movimientos.
El mayor inconveniente a enfrentar por el sector es la incertidumbre y desconfianza que se genera ante la crisis política actual, que condicionan las decisiones de inversión.

*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar