Por Vanesa Armesto*
La solución a la crisis habitacional se sigue dilatando y crece la frustración de no encontrar donde vivir.
El día inmobiliario transcurre entre numerosas consultas de posibles inquilinos que dejan sus datos con el fin de encontrar una vivienda.
La respuesta que reciben por parte de los corredores es casi unánime en todos los barrios, no tengo nada en alquiler.
Lo cierto es que lo poco que se ofrece desaparece del mercado casi al instante por la altísima demanda. Todos quieren ser los primeros en visitar la propiedad y hasta incluso hacer una reserva sin haber concretado la visita, con el fin de lograr el codiciado premio: ALQUILAR.
Si se observa la dinámica de quienes están en la búsqueda de una vivienda, pareciera que fuera gratis o algo muy económico alquilar un inmueble hoy en día. El valor, aunque sea muy alto, carece de importancia, ante la falta de unidades. El único fin es conseguir un departamento para alquilar.
Un momento importante en la vida de una persona, como es la búsqueda de su casa, se transformó en los últimos dos años en una situación frustrante, y en muchos casos inalcanzable. A esto los expuso la Ley 27.551 a la mayoría de los inquilinos.
Según el Instituto de Vivienda de la Ciudad, actualmente hay 130.000 viviendas vacías. Viviendas que deberían estar siendo ofertadas en el ámbito de alquileres. Pero una fallida Ley que no beneficia a nadie las retiró del mercado.
La medida para recuperarlas es generar un nuevo impuesto que paguen los propietarios por no alquilarlas. Es decir, que todo el peso de la crisis habitacional que sufre Argentina, debería caer en otro ciudadano que tuvo la posibilidad de comprar o heredar un inmueble.
Otra intervención que muy probablemente tenga un final parecido. Y otra vez, castigar en lugar de incentivar.
Argentina, con la sanción de esta Ley, se transformó en el primer país de Latinoamérica en que el estado interviene en su regulación. Si hay algo que se le puede atribuir es que es una medida que va a quedar en la memoria de todos.
Estableció récords difíciles de romper, es el primer país en sancionar una Ley semejante. Récord de inmuebles retirados del sector de alquileres, de suba de precios, de tiempo mínimo de ofrecimiento, ajustes ligados a la inflación que ya superan el 54%.
Desde ese momento, inquilinos, propietarios e incluso inmobiliarios, padecemos un mercado colapsado. El contexto de la economía argentina ya no permite más errores. La crisis actual ya está en su cuenta regresiva. Necesita una solución inmediata.

*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar