¿Qué es el co-living? ¿por qué es un concepto tan demandado por los jóvenes para vivir? ¿Qué estilo de vida propone?
Por Agostina Sosa
Muchos jóvenes pasaron por residencia para estudiantes, son una combinación de viviendas económicas entre amigos y colegas. En estos tiempos no son sólo los estudiantes universitarios son los que actualmente viven de esta manera, el concepto de co-living se estableció como una solución atractiva y efectiva para todas las personas.
Los altos precios inmobiliarios, y el estilo de vida cada vez más solitario e independiente, están llevando a las personas a buscar nuevas formas de vida. A pesar de las similitudes con una residencia estudiantil, la convivencia abarca muchos otros factores, como un sentido de comunidad, la sostenibilidad y la economía colaborativa.
El concepto se originó en Dinamarca en la década de 1970, originalmente llamado cohousing. En el proyecto Sættedammen, 35 familias vivían en viviendas privadas y compartían espacios de vida y actividades como almuerzos, limpieza, talleres, fiestas y eventos. Hoy, la convivencia abarca una multitud de posibilidades, que van desde personas que simplemente viven juntas, compartiendo sólo el espacio físico, hasta comunidades que también comparten valores, intereses y una filosofía de vida.
Los más interesados en esta tendencia son los recién graduados debido a que el atractivo suele ser financiero, por los altos costos de los alquileres de las grandes ciudades, la solución es compartir. Una opción cada vez más común en este nicho son los espacios de co-living, diseñados y administrados por empresas de vivienda compartida. En lugar de buscar compañeros o amigos con quienes compartir un departamento, y tener que lidiar con contratos y cuentas compartidas, simplemente se alquila un dormitorio en uno de estos edificios. La mayoría ofrece habitaciones amuebladas y decoradas, cocinas, salas de estar y espacios de trabajo compartidos, además de servicios profesionales de limpieza e incluso coordinadores sociales para ayudar a los residentes a adaptarse a sus nuevos vecinos.
Los llamados ‘nómadas digitales’ y ‘ciudadanos globales’ también se adaptan bien a este intercambio. Muchas de estas empresas de convivencia tienen unidades repartidas en las principales capitales del mundo.
La funcionalidad de esta nueva tendencia es que los jóvenes se puedan quedar en un solo lugar y no tengan que estar cambiando de vivienda constantemente por los altos costos.