Aumenta cada vez más el interés por las energías renovables para lograr un desarrollo sostenible, pero aún existen algunos mitos alrededor de ellas. Derribamos 3 mitos sobre la energía solar.
*Por Victoria Genchi
El desarrollo de las energías renovables es imprescindible si queremos frenar el cambio climático y luchar por que todos los habitantes del planeta tengan acceso a electricidad. La tecnología en manos de las personas es una herramienta que puede usarse para generar un cambio y conductas más sustentables.
El sol puede proporcionar energía suficiente para dar electricidad a todo el planeta. Pero no puede hacerlo directamente. Los paneles solares son el intermediario que hace que la luz solar nos sirva de energía. Su diseño es simple, muy eficaz y permite el autoconsumo, lo que fomenta la sostenibilidad.
Existen tres tipos de paneles solares:
- Fotovoltaicos, generadores de energía para las necesidades de nuestros hogares.
- Térmicos, que se instalan en casas con recepción directa de sol.
- Termodinámicos, que funcionan a pesar de la variación meteorológica, es decir, aunque sea de noche, llueva o esté nublado.
La energía solar fotovoltaica transforma de manera directa la luz solar en electricidad empleando una tecnología basada en el efecto fotovoltaico. La energía eléctrica generada mediante paneles solares fotovoltaicos es inagotable y no contamina, por lo que contribuye al desarrollo sostenible. No emite gases de efecto invernadero, por lo que no contribuye al calentamiento global. De hecho, se muestra como una de las tecnologías renovables más eficientes en la lucha contra el cambio climático.
Al contrario que las fuentes tradicionales de energía como el carbón, el gas, el petróleo o la energía nuclear, cuyas reservas son finitas, la energía del sol está disponible en todo el mundo y se adapta a los ciclos naturales. Por ello es un elemento esencial de un sistema energético sostenible que permita el desarrollo presente sin poner en riesgo el de las futuras generaciones.
A pesar de todas sus ventajas, aún existen varios mitos alrededor de la energía solar fotovoltaica.
- “La energía solar fotovoltaica contamina el planeta”
Es importante destacar que la energía solar fotovoltaica no emite sustancias tóxicas ni contaminantes del aire, que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y el ser humano. Las sustancias tóxicas pueden acidificar los ecosistemas terrestres y acuáticos, y corroer edificios. Los contaminantes de aire pueden desencadenar enfermedades del corazón, cáncer y enfermedades respiratorias como el asma. La energía fotovoltaica no genera residuos ni contaminación del agua, un factor muy importante teniendo en cuenta la escasez de agua.
- “La energía solar fotovoltaica es muy cara”
Hoy en día, dentro de las energías consideradas renovables, concretamente la eólica y la fotovoltaica son más baratas que las energías convencionales en buena parte del mundo. Las principales tecnologías renovables están reduciendo drásticamente sus costos, de forma que ya son plenamente competitivas con las convencionales en un número creciente de emplazamientos. Las economías de escala y la innovación están ya consiguiendo que las energías renovables lleguen a ser la solución más sostenible, no sólo ambiental sino también económicamente, para mover el mundo.
Además, la energía solar fotovoltaica es una energía autóctona, disponible en la práctica totalidad del planeta, lo que contribuye a reducir las importaciones energéticas y a crear riqueza y empleo de forma local. Por todo esto, la producción de electricidad mediante energía fotovoltaica y su uso de forma eficiente contribuyen al desarrollo sostenible.
- “En Argentina no existe o no se utiliza la energía solar fotovoltaica”
En Argentina existen empresas que comercializan paneles de energía fotovoltaica que ya está siendo utilizada en todo el país. Hydro Argentina ha desarrollado las últimas tecnologías innovadoras de energía fotovoltaica en aluminio. Se trata de estructuras con diversos acabados de superficies, diseños y configuraciones, incluido un juego de estructura de fácil instalación.
Cada vez más en Argentina y en el mundo crece el interés por la energía solar y aumenta la demanda por paneles fotovoltaicos. Resulta determinante la comercialización de productos que impulsen un desarrollo sostenible pensando en el futuro del planeta y de las próximas generaciones.
*Por Victoria Genchi, redactora, auxiliar de prensa en Empatía Comunidad.