Por Lic. Juan Pablo Baca*
A continuación, la exposición del imaginario presidente del mercado mencionado, en la inauguración del período 2021:
“Señor vicepresidente, Señora presidente de esta Cámara, Señores presidentes de los Colegios Profesionales y Cámaras afines, e inmobiliarias de todo el país.
Inauguramos un período especial después de haber pasado el peor año de la historia de nuestro sector. De más está repasar el 2020 porque ustedes ya lo vivieron, y porque abundar análisis en este sentido. Por eso, los invito a enfocarnos en lo que viene: Un año desafiante que marcará el inicio de una nueva década. Aprovecharla, tiene que estar en nuestras manos, más allá de los imprevistos que puedan venir, como la pandemia que sigue estando entre nosotros.
Todos saben que venimos con índices de ventas negativos, y que los precios cayeron en relación al último boom inmobiliario (2016 / 2018). Pero también estamos percibiendo pequeños síntomas esperanzadores. Desde una perspectiva macro, la reactivación económica de los últimos meses dejará un rebote casi asegurado del 5% para este año. Por otra parte, en enero Argentina volvió a tener superávits gemelos, y la revalorización de los commodities es un dato positivo a tener en cuenta (la soja, por ejemplo, duplicó el precio que tenía en 2018).
Y, desde una visión más inmobiliaria, notamos que en enero las ventas mejoraron levemente en relación a su comparativo interanual, la comercialización de lotes sigue activa, las oficinas de categoría están resistiendo a la crisis, el sector logístico pudo re-inventarse tras los meses más duros de la cuarentena, y la construcción fue uno de los sectores que tuvo su pequeña primavera de ventas.
Pero también hay algo que nos preocupa: Las grietas del sector. Por un lado, las inmobiliarias tradicionales vs. Los nuevos modelos de negocios, y, por otra parte, los propietarios vs. los inquilinos. Ambas divisiones merecen un discurso aparte, pero me arriesgaré a sintetizar aquí las falacias que tienen en común relacionadas a responsabilizar al actor incorrecto, a la carencia de autocrítica y al desconocimiento de las nuevas tendencias del mercado.
Las desarrollaremos con algunas preguntas disparadoras: ¿Los propietarios suben el alquiler por la alta inflación, o porque quieren perjudicar al inquilino per se? ¿Algunas inmobiliarias cambian sus modelos de negocios para crecer, o porque esconden un plan satánico que quiere destruir a las empresas tradicionales? Desde ya que mis palabras esconden mi posición respecto a estos temas (nadie es objetivo) pero un debate serio permitirá cerrar estas grietas, incluir a todos los profesionales inmobiliarios y, por sobre todas las cosas, lograr un servicio de excelencia.
Como dicen las leyes físicas, los espacios vacíos se ocupan: Si no atendemos bien a los inquilinos, estos buscarán alguien que los represente ajenos al mercado inmobiliario. Si no modernizamos la mentalidad y la operatividad de nuestras empresas, vendrán firmas externas proponiéndonos revolucionarios modelos de negocios. Si inflamos los precios en buenas épocas, después la caída de la actividad será abrupta. Por poner sólo algunos ejemplos…
Por eso les propongo analizar más el mercado con buena información, y ser más proactivos desde lo comercial, porque nos espera un año que no será fácil pero seguramente marque un antes y un después en la historia inmobiliaria argentina. El desafío es grande, pero tenemos con qué enfrentarlo exitosamente. De nosotros depende.Agradeciendo su atención, y de este modo, damos por inaugurado el presente ciclo inmobiliario. Muchas gracias”

*Lic. Juan Pablo Baca: Corredor Inmobiliario y Martillero Público Nacional, Consultor Inmobiliario (Argentina). bacajuanp@gmail.com