*Por Lola Paz Lozano
Para lograr un hogar acogedor y favorecer el equilibrio energético en la casa no hacen falta cambios drásticos, a través de ideas y consejos te enseñamos cómo obtenerlo.
Teniendo como puntapié al Feng Shui, un antiguo sistema filosófico chino basado en la ocupación consciente y armónica del espacio que tiene como fin lograr una influencia positiva sobre aquellas personas que lo ocupan, pueden comenzar los pequeños cambios energéticos.
El Feng Shui se traduce como “viento y agua” y es una filosofía basada en encontrar el equilibrio aportando energías positivas a los lugares y espacios que habitamos. Para esta técnica existen cinco elementos vitales y necesarios: agua, madera, metal, fuego y tierra.
En esta filosofía de vida, la protagonista es la luz del sol, su iluminación representa gran parte de ella, sin embargo, con los avances arquitectónicos y las tendencias en construcción y diseño, puede suplirse por la luz eléctrica.

La utilización de una u otra dependerá del estilo de cada hogar, pero siempre tiene que estar presente alguna porque de no ser así crean espacios oscuros y como consecuencia, estancos energéticos: para el Feng Shui la iluminación debe ser lo más neutra y adecuada posible.
¿Cómo conseguir la armonía en el hogar?
A través del equilibrio entre la calma y la actividad, como el “yin y el yang” y las dos caras de una misma moneda que son las bases del trabajo para armonizar los espacios, los cuales deben responder a la energía que se precisa en él.

Otro recurso puede ser incorporar plantas y elementos naturales; el verde es un color equilibrado que no puede faltar para lograr la armonía en casa, más aún si habitamos en la ciudad.
También el uso de materiales naturales como la madera, el cristal, las velas, el hierro o la piedra otorgarán calidez al espacio y entorno.
La energía tiene que fluir por toda la casa, incluso la puerta de la casa se considera la zona por donde entra la energía, conocido como “el chi”, que evita el desorden y permite que circule armonía.
Mantener el orden es clave para evitar que se amontonen cosas y se acabe estancando la energía. Una casa organizada y despejada es mucho más armoniosa, acogedora y relajante.
También debemos acostumbrarnos a ventilar los espacios a diario ya que permite renovar el aire de la casa, prevenir la humedad, regular la temperatura, evitar malos olores, entre otros positivos recursos.



Como hemos podido observar, conseguir un hogar cómodo, que nos resulte cálido, agradable y armonioso no es complicado si prestamos atención a los elementos y factores que lo componen.
Una casa bien iluminada es un espacio con buen Feng Shui; adquirir estos consejos como hábitos nos proporcionará un mayor bienestar desde todos los aspectos, ya sea de salud, de orden en nuestras vidas, o incluso desde el aspecto mental.
*Lola Paz Lozano periodista, redactora, auxiliar de contenidos en Empatía Comunidad.