Por Vanesa Armesto*
Un promedio mensual de 1.666 escrituras en el primer trimestre del año marcan un mercado que sigue paralizado. La falta de incentivos y créditos retraen la demanda.
Promediando el año, el mercado sigue sin poder repuntar. En el primer trimestre del 2022, en la Ciudad de Buenos Aires, se firmaron alrededor de 5 mil escrituras. Un número insignificante pensando que es el resultado de 3 meses y proyectando el resultado anual.
Durante todo el 2021, se labraron un total de 28.832 escrituras en CABA. Esta cantidad se transformó en la más baja de los últimos 23 años, dato que surge de las estadísticas presentadas por el Colegio de Escribanos.
Durante el mes de marzo se concretaron apenas 2.361 operaciones. Esta cifra muestra una mejoría respecto a los dos meses que lo preceden. En febrero se firmaron solo 1.558 escrituras. En este sentido, se experimentó una suba del 32,4%.
En la comparación interanual, con un 2021 que batió récord negativo, esta cantidad de operaciones es un 4,4% más baja. Esto da cuenta de un mercado totalmente inestable, que no encuentra el rumbo.
Como contrapartida a las escasas operaciones, hay un sobre stock de inmuebles histórico, que no cede. Entre todos los portales suman alrededor de 165.000 propiedades ofrecidas a la venta.
Para lograr depurarlo se necesitarán alrededor de 6 años, cuando lo normal es que, en un plazo de 2 años, se produzca un recambio de stock.
La cantidad de ventas es el 1% de lo ofrecido, porcentaje insuficiente. En el recorrido por los diferentes portales, se puede observar cómo semana a semana hay nuevos ingresos y pocas salidas.
Lo mismo ocurre con los recorridos por las calles de la ciudad donde fácilmente se pueden contabilizar numerosos carteles por la misma cuadra, o manzana.
Pese a que los valores, dependiendo del barrio, un poco más o un poco menos, han bajado sus precios y que hoy quien compra un departamento lo hace a un precio mucho más bajo que los valores del mercado habitual, este no es un factor que alcance para mover el termómetro de las operaciones.
El mercado está viviendo un proceso negativo histórico. Los protagonistas están desanimados. El inversor se retrajo ante la baja rentabilidad, la inseguridad jurídica de sus bienes y el exceso de cargas impositivas.
El comprador final, en algunos casos, sigue especulando con una baja más pronunciada de los precios, y principalmente la falta de crédito hipotecario y la incertidumbre económica postergan sus decisiones.
Sin incentivos ni créditos hipotecarios, nos encaminamos hacia una segunda mitad de año sin demasiadas variaciones y con nuevos récords negativos.

*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar