*Por Redacción Real Estate Data
Frente a la construcción tradicional, las casas modulares ofrecen múltiples beneficios. El costo final y la velocidad de producción son ventajas que respaldan la popularidad de las casas modulares.
Hoy en día, las nuevas generaciones de compradores de inmuebles buscan sitios alejados de las grandes ciudades, que cuenten con espacios confortables, bien iluminados, ventilados, que tengan el suficiente espacio para tener una oficina, así como lugares de esparcimiento para la familia.
Para satisfacer estas nuevas necesidades, han llegado al mercado las casas modulares. Gracias a sus beneficios como la simplicidad, la facilidad de instalar en cualquier terreno, un menor impacto ambiental, la personalización y los costos hasta un 30% menos frente a casas tradicionales, ahora se pueden encontrar en sitios de internet, cada vez más, inmuebles prefabricados.
Una casa modular personalizada. Como es una tecnología modular, tiene mayor flexibilidad para personalizarla y no solamente desde el momento de construirla, pues a través de los años, se puede ir adaptando de acuerdo a las necesidades o cambios que se necesiten. Por ejemplo, si la familia crece se puede agregar un módulo en cualquier momento.
Los compradores tienen la oportunidad de jugar con cualquier combinación de materiales y personalizar al 100% su casa. Los materiales que se usan en la construcción prefabricada son similares a los de la construcción tradicional, lo innovador es la manera en la que se emplean. En el sistema de prefabricación, las piezas de la edificación se producen en serie en una línea de producción industrial, lo cual permite un nivel de control de calidad más alto que en la construcción tradicional.
Los costos no necesariamente son un diferenciador, porque este tipo de casas pueden llegar a ser más baratas o más caras, dependiendo de la tecnología que se use para la construcción modular, así como los materiales y acabados que se usen.
Las ventajas de este tipo de construcción como la certidumbre en cuanto a los tiempos de fabricación y montaje, el costo final de la casa, la velocidad de producción, la garantía de calidad de acabados y la facilidad de modificaciones futuras, respaldan el interés, cada vez mayor, de los nuevos propietarios.