Por Redacción Real Estate
Cinco maneras de revisar nuestros pensamientos para posibilitar el cambio en las empresas en el nuevo año que comienza.
En la resolución de problemas complejos la adopción de una mirada sistémica es crucial, ya que permite obtener una visión global de la situación, detectar patrones de cambio en lugar de fotos estáticas, entender cómo se relacionan las partes que forman un sistema y por qué se comporta de determinada manera.
En este punto, los modelos mentales juegan un papel determinante ya que, muchas veces, no nos permiten ampliar nuestra mirada del mundo.
Si pensamos en una empresa, se estructura en función de los modelos mentales de las personas que la dirigen. Por ello, es importante descubrir aquellos paradigmas limitantes para reemplazarlos por otros que posibiliten el cambio.
En este contexto, Netmind, la consultora de BTS especializada en transformación digital, nos comparte 5 maneras de revisar nuestros pensamientos para posibilitar el cambio en las organizaciones.
1.Exponer la columna izquierda
Es una técnica para tomar conciencia de lo que pensamos, pero no decimos mientras estamos teniendo una conversación. Pensamientos que son relevantes, pero que dejamos caer en una imaginaria columna aparte, a la izquierda.
En el método de dos columnas, pondremos en el margen derecho lo que los protagonistas de la conversación dicen explícitamente y en la columna izquierda los pensamientos y sentimientos no dichos.
Al exponerlo, veremos que muchas veces evitamos decir lo que pensamos porque tememos a las consecuencias.
2.Identificar los saltos de abstracción
Es necesario identificar cuando se transita de una mera observación a una generalización sin verificarla, ya que, en muchas ocasiones, una suposición se acaba transformando en una realidad.
Nuestra mente se mueve a la velocidad del rayo. El problema está en creer que generalizaciones que alguna vez fueron validas, van a seguir siéndolo hoy en día.
3.Reconocer las brechas entre las teorías expuestas y las teorías en uso
En muchas ocasiones, puede existir un gap entre lo que decimos y lo que hacemos. Muchas veces nuestras conductas se desvían de lo que decimos que hacemos. En la brecha hay contradicciones. Para evitar enfrentar contradicciones, solemos mantenerlas ocultas. Por lo tanto, el verdadero problema no es la brecha existente entre ambas acciones, sino el no ser sincero al respecto. Para que haya aprendizaje y, por lo tanto, cambio debe reconocerse la brecha existente entre lo que decimos y la conducta real.
4.Identificar las rutinas defensivas
Las rutinas defensivas son hábitos arraigados que utilizamos para protegernos del sentimiento de amenaza que surge cuando exponemos nuestro pensamiento. Para la mayoría de nosotros, exponer nuestro razonamiento es amenazador porque tenemos miedo de que otros descubran errores.
Los problemas causados por las rutinas defensivas se complican en organizaciones donde revelar una comprensión limitada es indicio de debilidad o de incompetencia. No podemos admitir que no tenemos todas las respuestas.
5.Equilibrar la indagación con la persuasión
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a hacer planteos y defenderlos. La mayoría de las personas logran el éxito por sus aptitudes para debatir e influir en los demás. En cambio, las aptitudes para preguntar no merecen reconocimiento ni recompensa.
El desafío está en el equilibrio entre adoptar una posición y persuadir, a la vez que exponemos el razonamiento que nos llevó a esa postura, estando abiertos a buscar nuestros fallos en el razonamiento, indagando en otros puntos de vista que nos permitan ver una realidad ampliada.
El equilibrio entre la indagación y la persuasión genera resultados creativos.