Por Vanesa Armesto*
Mitad de año y la solución sigue sin aparecer. Un dictamen que no se logró y un debate que aún no tiene fecha.
Llegamos al segundo semestre del año y el tema de los alquileres sigue en espera. Más de 30 días de debate no fueron suficientes para lograr un acuerdo.
Y desde que se presentaron los tres posibles proyectos para modificar la ley, el silencio se adueñó de la situación. No se sabe cómo ni cuándo continuará. Seguimos esperando un veredicto que traiga al menos algo de previsibilidad tanto a inquilinos como a propietarios, y de esa manera ayude al mercado.
Paralelamente a esta espera, la crisis del sector se continúa acentuando. Llevamos más de un año con disminución de oferta al mínimo, y aumento de precios que se tornan inaccesibles para la mayoría de los inquilinos.
Y al margen de los nuevos contratos, el índice de actualización sostiene la suba, apoyado en la alta inflación de los últimos meses. Para junio arranca en un 56%. Las proyecciones para lo que resta del año, marcan índices que continuarán en ascenso.
En los cinco primeros meses del 2022, los alquileres acumulan un incremento cercano al 30%, casi al mismo nivel que la inflación, pero con el agravante que los salarios se deprecian a un ritmo mucho más acelerado, haciendo que el pago del alquiler se consuma entre el 40% y 50% del ingreso de una persona.
La situación se torna cada vez más difícil, y la posible solución descansa en algún cajón del Congreso, sin fecha cierta para tratarse. El gran interrogante es qué sucederá cuando se retome el debate.
Los escenarios son bien opuestos, o continúa la ley sin modificar ningún punto que provoque cambios significativos, tal como lo describe el proyecto oficialista -situación que terminaría por colapsar por completo lo que queda del mercado locativo-, o bien logran un acuerdo los dos proyectos de la oposición, para poder así incorporar las modificaciones que realmente traigan cambios que puedan significar un repunte del sector.
En las últimas horas trascendió un posible acuerdo entre las dos fuerzas de la oposición, que, de concretarse, sumarían la mayoría de votos para aprobar el proyecto que modifica los artículos más conflictivos de la ley 27551: el plazo de vigencia y ajuste.
Recordemos que estos dos artículos son los que desataron la crisis actual del nicho de los alquileres, por ende, su modificación es imprescindible si se quiere generar un cambio.
De todas maneras, el tiempo sigue corriendo y estamos en la cuenta regresiva de un conflicto que no tiene demasiadas chances de seguir esperando.
Esta modificación se dilata y cada día que pasa empeora la problemática, haciendo que, ante la incertidumbre de una posible modificación, se pausen las firmas de nuevos contratos, y se caiga en un bache, donde las firmas de prórrogas, o extensiones con el fin de no atarse a un contrato por tres años, están a la orden del día.
Alquileres, un tema que pretendía ser regulado y hasta el momento provocó más informalidad.

*Vanesa Armesto: Editora periodística de Real Estate Data. Periodista y Corredora inmobiliaria matriculada de Cucicba. Matrícula 1413. Con una trayectoria de 20 años en el mercado inmobiliario. vanesa@realestatedata.com.ar