*Por Lola Paz Lozano
Si estás por mudarte o simplemente querés renovar tu hogar, te contamos las diferentes opciones de estilos que se vienen en interiorismo y decoración.
El estilo Skandi es un movimiento de diseño funcional, sencillo y claro centrado en el amor por la naturaleza. Su origen proviene de los países nórdicos, estos diseños suelen basarse exclusivamente en materiales naturales como la madera local y el ratán, acompañado por colores claros, incluso el amoblamiento.

Otro estilo es el Japandí -que a veces puede combinarse con el skandi-, una mezcla de dos culturas que a pesar de la distancia geográfica tienen algo muy arraigado en su estilo: la fuerte conexión con la naturaleza.
Sin embargo, la diferencia con el aspecto Skandi es que se pueden utilizar tonos cafés más oscuros en el hogar, especialmente cuando se trata de madera. Porque, en general, la influencia japonesa permite un uso más generoso de tonos como el negro, el verde oscuro, o el terracota.

Por otra parte, lo bohemio puede estar presente en la vestimenta o ser directamente un estilo. Se caracteriza por su versatilidad, y en cuanto a la decoración se apuesta por materiales naturales no tratados, como la madera, el ratán, los tejidos acogedores de algodón, etc, y colores como el beige, café y oliva.

Si te gusta que los espacios de interior sean relajados, rústicos y acogedores entonces debés utilizar el estilo mediterráneo: la base está formada por colores claros que pueden complementarse con frescos. Los materiales más populares que utiliza son la arcilla, la rafia y el lino, así como las maderas regionales del olivo o el pino. Para el suelo y las paredes, son especialmente adecuados los mosaicos de colores o los azulejos hechos a mano.

Si tu onda y decoración van más por el lado antiguo, entonces el estilo indicado es el rústico, que suele predominar en casas de campo o cabañas, sin embargo, puede adecuarse a un departamento o casa de ciudad. Los amoblamientos y colores utilizados son en las tonalidades marrón, sumado a objetos antiguos.

Casi ninguna década ha producido tantos clásicos del diseño como los años 50 y 60, en el estilo de mediados de siglo se utilizaban materiales naturales de alta calidad, como la madera y el cuero. También son típicos de esos años los tejidos opulentos, en su mayoría con textura, como el terciopelo y la pana.

El más desenfadado de todos los estilos de interiorismo es el industrial, una tendencia que surgió más bien por necesidad en los años 60 y que aún hoy se nutre de sus imperfecciones. Las paredes de ladrillo sin enlucir, las tuberías expuestas y las construcciones de acero no se ocultan, sino que se escenifican deliberadamente al amueblar, mezclando lo antiguo con lo nuevo.

La forma sigue a la función, cuando eso sucede es porque estamos hablando del estilo Bauhaus, en donde se utilizan materiales totalmente auténticos como metales, madera, acero, vidrio, plástico o incluso cuero. La curiosidad es que en el estilo Bauhaus el diseño industrial se potencia con los colores más vibrantes.

El estilo de decoración minimalista no sólo consiste en eliminar toda la decoración en favor de superficies y paredes limpias, sino también en dejar fuera los objetos que no se utilizan. Aunque muchos minimalistas se centran en los tonos neutros a la hora de amueblar y apuestan cada vez más por el blanco, también es posible un uso deliberado y parcial del color y la combinación de diferentes texturas.

Para los amantes del estilo de vida clásico, tal como su nombre indica, no sigue tendencias actuales, por lo tanto es atemporal en su decoración. Los techos altos, telas gustosas, los colores neutros y sin estridencias, las molduras y las majestuosas lámparas de araña. El estilo clásico apunta a la calidad, lo elegante y con cierto toque señorial.

Diferentes opciones según tus gustos, colores vibrantes o clásicos, distintas texturas y sobre todo variedad de estilos. Y vos ¿cuál elegirías?
*Lola Paz Lozano periodista, redactora, auxiliar de contenidos en Empatía Comunidad.